Este libro no hubiese sido posible (y no muy útil) si Subversion no existiese. Por esta razón, los autores quieren agradecer a Brian Behlendorf de CollabNet por su visión y apoyo económico a tan peligroso y ambicioso nuevo proyecto de código fuente abierto; Jim Blandy por el nombre original Subversion y diseño; te queremos, Jim; Karl Fogel por ser tan buen amigo y excelente líder de la comunidad, en ese orden.[4]
Gracias a O'Reilly y nuestros editores, Linda Mui y Tatiana Diaz por su paciencia y apoyo.
Finalmente, queremos dar gracias a las innumerables personas que contribuyeron al libro con revisiones informales, sugerencias y correcciones: A pesar de ser sin lugar a dudas una lista incompleta, este libro sería incompleto e incorrecto sin la ayuda de Jani Averbach, Ryan Barrett, Francois Beausoleil, Jennifer Bevan, Matt Blais, Zack Brown, Martin Buchholz, Brane Cibej, John R. Daily, Peter Davis, Olivier Davy, Robert P. J. Day, Mo DeJong, Brian Denny, Joe Drew, Nick Duffek, Ben Elliston, Justin Erenkrantz, Shlomi Fish, Julian Foad, Chris Foote, Martin Furter, Dave Gilbert, Eric Gillespie, Matthew Gregan, Art Haas, Greg Hudson, Alexis Huxley, Jens B. Jorgensen, Tez Kamihira, David Kimdon, Mark Benedetto King, Andreas J. Koenig, Nuutti Kotivuori, Matt Kraai, Scott Lamb, Vincent Lefevre, Morten Ludvigsen, Paul Lussier, Bruce A. Mah, Philip Martin, Feliciano Matias, Patrick Mayweg, Gareth McCaughan, Jon Middleton, Tim Moloney, Mats Nilsson, Joe Orton, Amy Lyn Pilato, Kevin Pilch-Bisson, Dmitriy Popkov, Michael Price, Mark Proctor, Steffen Prohaska, Daniel Rall, Tobias Ringstrom, Garrett Rooney, Joel Rosdahl, Christian Sauer, Larry Shatzer, Russell Steicke, Sander Striker, Erik Sjoelund, Johan Sundstroem, John Szakmeister, Mason Thomas, Eric Wadsworth, Colin Watson, Alex Waugh, Chad Whitacre, Josef Wolf, Blair Zajac, y toda la comunidad de Subversion.
Gracias a mi mujer Frances, quien, tras muchos meses llegó a oír, “Pero cariño, todavía estoy trabajando en el libro”, en lugar del habitual, “Pero cariño, todavía estoy escribiendo emails.” ¡No tengo ni idea de dónde saca toda su paciencia! Ella es mi contrapeso ideal.
Gracias a mi familia adquirida por su sincero apoyo, a pesar de no tener interés real en el tema. (Ya sabe, aquellos que cuando dicen, “Oh, ¿estás escribiendo un libro?”, y les respondes que es sobre ordenadores, desvían su mirada.)
Gracias a todos mis amigos íntimos, quienes enriquecen mi vida. No me miréis de ese modo—sabéis quienes sois.
Muchísimas gracias a mi mujer Marie por ser increíblemente comprensiva, apoyarme, y sobre todo, ser paciente. Gracias a mi hermano Eric quien me introdujo a la programación UNIX hace tiempo. Gracias a mi madre y abuela por todo su apoyo, sin olvidar aquellas vacaciones de navidades en las que tuvieron que soportarme porque nada más llegar a casa me dediqué a mi portátil para trabajar en el libro.
A Mike y Ben: ha sido un placer trabajar con vosotros en el libro. Vaya, ¡es un placer trabajar con vosotros en el trabajo!
A todas las personas de la comunidad Subversion y la Apache Software Foundation, gracias por aceptarme. No pasa un solo día sin que aprenda algo de al menos uno de vosotros.
Por último, gracias a mi abuelo, que siempre me decía “la libertad es responsabilidad.” No podría estar más de acuerdo.
Gracias en especial a mi mujer, Amy, por su amor y paciente apoyo, por soportar largas noches, e incluso por revisar secciones enteras de este libro—siempre das lo mejor, y lo haces con increíble elegancia. Gavin, cuando seas suficientemente mayor para leer, espero que estés tan orgulloso de tu papá como él lo está de ti. A mamá y papá (y el resto de la familia), gracias por vuestro constante apoyo y entusiasmo.
Me quito el sombrero ante Shep Kendall, a través de quien
descubrí el mundo de los ordenadores; Ben Collins-Sussman,
mi guía turístico por el mundo del código fuente
abierto; Karl Fogel—tu eres
mi .emacs
; Greg Stein, por
transmitirme conocimientos prácticos de programación. Brian
Fitzpatrick—por compartir esta experiencia literaria
conmigo. A todas las numerosas personas de las que
siempre estoy aprendiendo cosas nuevas—¡continuad
enseñando!
Por último, a Aquél que demuestra perfectamente excelencia creativa—gracias.